LOS
CUIDADOS ESENIOS
El poder sanador de la luz y el sonido.
"Los esenios nunca consideraron la enfermedad como un enemigo al que hubiera que vencer, yo tampoco la considero así. Si nuestros pensamientos, palabras y acciones no están en sintonía con nuestro ser interior, perdemos vitalidad y no podemos actuar con serenidad."
Extracto del libro Formas Pensamiento de Anne Givaudan.
Editorial BlossomngBooks
Hablar del pueblo esenio es remontarnos al siglo II A.C., hasta una comunidad que residió en la Ciudad de la Sal, situada en el desierto de Judea, en las inmediaciones del mar Muerto y visible desde el Monte Niubó, aquel desde el que Moisés contempló tierra prometida. Los esenios fueron una comunidad monástica basada en reglas muy estricta que formaba parte del judaísmo. Se conoce su existencia por el historiador romano Flavio Josefo y el posterior descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto.
Los esenios fueron conocidos por ser una comunidad bondadosa, pacífica y hospitalaria, pero también por sus conocimientos sanadores heredados de los antiguos egipcios. Uno de los más célebres esenios de la historia Jesús de Nazaret, quién tras conocer estas enseñanzas las fue ampliando durante años en sus viajes por Egipto lo que le convirtió, en aquel entonces, en un gran divulgador de estas terapias esenias.
Los Cuidados Esenios son un método terapéutico que utilizan el poder sanador de la Luz, del Sonido y del masaje sobre puntos energéticos, para mantener o restablecer un equilibrio armonioso entre cuerpo, alma y espíritu. Estos Cuidados pueden restaurar el flujo de energía que ha sido interrumpido como consecuencia del estrés, de la enfermedad o las formas pensamiento negativas; en su mayoría, estas alteraciones proceden de las dificultades de la vida cotidiana.
El objetivo de los Cuidados Esenios es ayudar a la persona a recuperar su poder y a tomar las riendas de su vida. Así, estas terapias facilitan la reconexión con el ser profundo y ayuda a entender la raíz de algunas enfermedades que nos acompañan a lo largo de nuestra vida.
Con la ayuda de la lectura del aura y el uso de aceites esenciales, junto con el poder de la luz y el sonido, la terapeuta, tras una entrevista previa, crea una terapia personalizada. En este sentido, la terapeuta no es el maestro, pues sencillamente se trata de un mero acompañante que establece una colaboración entre ambos.
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